Las empresas necesitan soluciones que les permitan maximizar el espacio disponible, agilizar el flujo de productos y optimizar sus procesos internos. En este contexto, los sistemas de almacenaje push back son una opción altamente efectiva. Por ese motivo, en este artículo, exploraremos qué son los sistemas de almacenamiento push back, cómo funcionan y en qué tipos de almacenes se utilizan.
¿Qué son los sistemas de almacenamiento push back?
Los sistemas de almacenamiento push back permiten almacenar múltiples productos en una sola ubicación. Funcionan mediante el principio de gravedad, utilizando carriles inclinados que permiten que los palets se deslicen hacia adelante mediante el empuje de los palets posteriores. Por lo tanto, son ideales para almacenes cuya metodología de inventario se basa en el sistema LIFO.
¿En qué tipos de almacenes se pueden usar los sistemas de almacenaje Push Back?
1. Industria Alimentaria: En la industria alimentaria, donde la rotación de productos es alta y es necesario mantener un control estricto en el almacenamiento de productos perecederos.
2. Industria Automotriz: En la industria automotriz, permiten almacenar una gran cantidad de piezas en un espacio reducido, facilitando la gestión del inventario y agilizando los procesos de producción.
3. Industria Farmacéutica: En la industria farmacéutica permiten una organización eficiente de medicamentos y productos farmacéuticos, garantizando un acceso rápido y seguro a los mismos cuando sea necesario.
5 Ventajas del sistema de almacenamiento push back
1. Maximización del espacio: Al permitir el almacenamiento en profundidad, los sistemas de almacenaje push back aprovechan al máximo el espacio disponible en el almacén, reduciendo la necesidad de expansión o almacenamiento externo.
2. Mayor eficiencia en la gestión del inventario: Facilitan la gestión y la rotación del inventario, garantizando que los productos más antiguos se utilicen primero.
3. Reducción de los tiempos de manipulación: Al eliminar la necesidad de desplazarse por pasillos largos para acceder a productos específicos, reducen los tiempos de manipulación y aumentan la productividad del personal.
4. Mejora de la seguridad: Así mismo, gracias a su diseño robusto y la capacidad de soportar cargas pesadas, garantizan un almacenamiento seguro y confiable de los productos.
5. Flexibilidad: Finalmente, son altamente adaptables y pueden configurarse según las necesidades específicas de cada almacén, lo que permite una mayor flexibilidad en el diseño y la disposición del espacio.
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